La gente se siente vinculada afectivamente a las cosas más insospechadas: su ciudad, su oficio, su ropa, su nombre... Y es de estos sinsentidos emocionales de los que un Hijoputista estira con el único objetivo de tocar los cojones. Si bien en otras ocasiones ataca por lugares comunes (defectos físicos, familia directa...) que no por manidos resultan menos hirientes.
Recursos básicos.
Tres recursos de un nivel mínimo de complejidad que garantizan el arrancar la conversación faltando:
Si no te aceptas a ti mismo...
Esta simpática contraréplica se debe reservar para aquellos que se ofenden cuando nos dirigimos a ellos con sobrenombres cariñosos creados a partir de sus características físicas. Cosas tan simples como:
- Manco --> Cervantes- Cojo --> Mantecas
- Calvo --> Bon Jovi
- Calvo con melenas --> Tamariz
- Enano --> Niño
- Jorobado --> Mochilas
- Gafas --> Gafas
Patronímicos (dime de dónde eres y te diré lo que te mereces).
Aquellos que se sienten unidos sentimentalmente con la población en la que viven, o en la que nacieron, o de la que provienen sus padres... para todos ellos, sean de donde sean, hay un comentario capaz de soliviantarles. Ejemplos:
Bilbao: Al chatarrero de mi pueblo le encantó el museo ése que os han puesto los americanos.Barcelona: Anda, como el mono blanco aquél
Valencia: Mala gente, lo que más quieren son las fallas y mira lo que hacen con ellas.
Canarias: Tienen buenas tetas las canarias...

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